8/8/25 // En un discurso transmitido por cadena nacional, el presidente Javier Milei repasó su gestión y cuestionó con dureza la reciente aprobación de leyes en el Congreso que, según afirmó, amenazan el superávit fiscal y la estabilidad económica del país.
“Mi mandato es erradicar la inflación y sentar las bases de un crecimiento duradero”, remarcó.
Tras un año y medio de políticas enfocadas en ordenar las cuentas públicas, la emisión monetaria y el mercado cambiario, sostuvo que la inflación “se desplomó”, cayendo del 300% interanual al 25%. Anticipó que para mediados del próximo año podría desaparecer. Aseguró que en este período 12 millones de personas salieron de la pobreza, entre ellas 2,5 millones de jóvenes, y que la indigencia se redujo del 20,2% al 7,3%.
Reconoció que el camino recorrido implicó sacrificios y que no se resolvieron todos los problemas heredados. “No se puede reparar en dos años lo que se destruyó durante casi un siglo”, señaló. También sostuvo que sería más fácil aprobar cualquier gasto impulsado por el Congreso y desligarse de las consecuencias, “como hicieron gobiernos anteriores”, pero afirmó que su compromiso es con “los 47 millones de argentinos”, incluso si eso lo lleva a ser tildado de “cruel”.
Milei alertó sobre los riesgos de retroceder en el equilibrio alcanzado. Argumentó que, con el “peor historial de defaults de los últimos 100 años”, el país no tiene acceso al financiamiento internacional, y que cualquier gasto adicional obligaría a emitir más dinero o subir impuestos, lo que —según él— derivaría en hiperinflación, pobreza y conflicto social.
“No voy a permitir que esto pase. No vamos a retroceder. No vamos a volver al pasado. Y al Congreso le digo: si quieren volver atrás, me van a tener que sacar con los pies para adelante”, advirtió.
Dos medidas para blindar el equilibrio fiscal
El mandatario anunció dos decisiones:
Ordenar al Ministerio de Economía que el Tesoro no pueda financiar el gasto primario mediante emisión monetaria ni pedir préstamos al Banco Central.
Presentar un proyecto de ley para penalizar la aprobación de presupuestos con déficit. La propuesta exigirá equilibrio o superávit y que cualquier cambio esté respaldado por recortes equivalentes, además de establecer sanciones para legisladores y funcionarios que incumplan.
“Cada peso nuevo que quieran gastar tiene que tener un nombre y un apellido: de dónde sale y a quién se le quita”, enfatizó.
Cruce con el Congreso
Milei destinó gran parte de su mensaje a confrontar con los legisladores, acusándolos de aprobar medidas que incrementan el gasto sin respaldo financiero. Mencionó la reinstalación de la moratoria previsional, la suba del salario docente y las pensiones por discapacidad, advirtiendo que significan un gasto extra del 2,5% del PBI, lo que llevaría a más deuda o a imprimir dinero.
Según el Presidente, detrás de esas iniciativas hay motivaciones de poder y no un verdadero interés por el bienestar de los beneficiarios. “Es una clase política que perdió el poder y hará cualquier cosa para recuperarlo, aunque eso destruya la estabilidad lograda”, dijo.
Inflación y gasto público
Explicó que, desde su visión, la inflación es consecuencia directa de la emisión sin respaldo, que deteriora el valor de la moneda y golpea con más fuerza a los sectores vulnerables. Calificó de “demagógico” intentar resolver problemas sociales solo aumentando el gasto sin recursos genuinos, y sostuvo que imprimir dinero no crea riqueza.
Si el Congreso insiste con más gastos sin financiamiento, afirmó que las únicas salidas serían aumentar impuestos —lo que frenaría el crecimiento y el empleo— o volver a emitir, reactivando el ciclo inflacionario.
Elecciones y futuro
Milei presentó dos opciones para el país:
Su propuesta, basada en superávit y reglas de mercado.
La del aumento del gasto financiado con deuda y emisión, que —según él— llevó a crisis recurrentes.
Llamó a la ciudadanía y al Congreso a elegir entre “responsabilidad o realismo mágico”, entre “hacer lo correcto, aunque requiera paciencia” o “tomar atajos que llevan al mismo choque de siempre”.
“El único modo de que los ingresos mejoren de forma sostenida es con crecimiento genuino, posible solo con orden fiscal y monetario”, cerró.
