12/6/2025 Con apoyo socialista y una oposición dividida, el gobernador logró luz verde para hipotecar el futuro de Santa Fe con una deuda millonaria. Sin controles vinculantes y con destinos difusos, el endeudamiento avanza mientras crecen las dudas sobre su necesidad, oportunidad y transparencia.
Pese a las tensiones iniciales, el oficialismo provincial terminó imponiéndose en la Legislatura santafesina. El socialismo logró introducir cambios en Diputados, pero finalmente el proyecto de endeudamiento impulsado por Maximiliano Pullaro fue aprobado con el respaldo del Senado. El peronismo, lejos de consolidar una postura unificada, volvió a mostrar grietas que facilitaron la sanción.
En la Cámara baja, el proyecto obtuvo 30 votos positivos contra 13 negativos. Aunque el Senado ya había dado luz verde al texto original, las modificaciones introducidas obligaron a una nueva revisión, que terminó con una aprobación unánime. Sin embargo, el debate sobre el fondo de la cuestión —tomar deuda por mil millones de dólares— quedó diluido.
Se reformaron dos artículos clave del texto remitido por el Ejecutivo: el 1° y el 6°.
El primer artículo autoriza al gobierno a endeudarse por hasta U$S 1.000 millones. Bajo presión política, se incorporó un párrafo que detalla el supuesto destino de los fondos: un 50% para infraestructura productiva, 25% para infraestructura social y 25% para seguridad pública. No obstante, no se definieron obras específicas, plazos ni criterios de priorización. La letra chica quedó a discreción del Ejecutivo.
El artículo 6 crea una comisión bicameral de seguimiento, compuesta por cinco legisladores de cada Cámara. Aunque presentada como mecanismo de control, carece de facultades reales para fiscalizar o frenar desvíos de fondos, lo que siembra dudas sobre su eficacia.
Desde sectores opositores y especialistas ya se advierte que este endeudamiento, presentado como solución, puede transformarse en un lastre para futuras gestiones y una carga para toda la ciudadanía santafesina. La falta de controles efectivos y de planificación concreta en el uso del dinero agrava aún más el panorama.